lunes, 12 de junio de 2006

Arte, arte, arte, arte, arte,...


El genio del siglo XX se encuentra con los grandes. Y dicen que aun en ese ambiente brilla con luz propia. No seré yo quien lo dude.

Además los lectores de NME eligen "Definitely Maybe" como mejor álbum de la historia del rock. Ejem, ejem,... aunque adoro a los Gallagher todavía hay clases.

El otro día volví a ver, en la TCM, "The Sting", ¡que gran pelicula! A veces, el hecho de ver una película miles de veces hace que pierdas la noción de lo buena que es. Y creo que con esta me pasó algo parecido. Una de las parejas con más química de la historia del cine, un malo de los que crean escuela, unos secundarios brillantemente orquestados y todo ello envuleto en los rags de Scott Joplin.

Paradójicamente otro Sting compuso decadas después una preciosa canción en la que utiliza como metáfora el póker, que dice cosas como éstas:

"He deals the cards as a meditation
And those he plays never suspect
He doesn't play for the money he wins
He doesn't play for respect

He deals the cards to find the answer
The sacred geometry of chance
The hidden law of probable outcome
The numbers lead a dance

I know that the spades are the swords of a soldier
I know that the clubs are weapons of war
I know that diamonds mean money for this art
But that's not the shape of my heart"

Shape of my heart (Sting, 1993)